martes, 23 de octubre de 2012

Filaria en Perros

La Filariosis o mejor llamada Dirofilariosis, es una enfermedad grave preferentemente de los perros, aunque también se encuentra en otros animales (gato, visión, otros animales salvajes y ocasionalmente el hombre) provocada por la manifestación de una filaria adulta, que es un parásito redondo y alargado (entre 12-15 cm los machos y 25-40 cm. Las hembras) que viven en el corazón y arterias pulmonares de sus huéspedes. Pueden vivir unos pocos o varios cien
tos en el mismo animal.





Es una enfermedad que se ha propagado rápidamente por todo el mundo y es típica en zonas templadas y húmedas, donde viven los mosquitos, que son los insectos que la propagan de un animal a otro a través de sus picaduras. Es una de las enfermedades más importantes que afectan a los animales de compañía del mundo.

Esta dolencia está distribuida por todos los continentes y, dentro de la Península Ibérica, la zona de Huelva es la más afectada. Es una seria amenaza para los perros porque es enfermedad que cursa normalmente de forma crónica y que, después de varios años, puede causar la muerte si no se diagnostica adecuadamente. También puede tener un curso agudo, provocando la muerte en pocas horas.

Ciclo de vida:
Los parásitos cardiacos presentan un ciclo de vida indirecto, utilizando los mosquitos (unas 70 especies diferentes de mosquitos se han identificado que pueden propagar la enfermedad), como hospedadores intermediarios. Los parásitos adultos viven en el corazón y grande vasos donde se alimentan y reproducen, liberando miles de microfilarias a la sangre. Estas microfilarias, características de esta enfermedad, pues existen muchas otras microfilarias en enfermedades diferentes, tienen entre 301 a 322 micrones de longitud y tiene pequeñas diferencias con otras microfilarias que no producen la Filariosis.

Los mosquitos se infestan aspirando las microfilarias cuando se alimentan con la sangre de los perros afectados Una vez las microfilarias están en el mosquito, éstas evolucionan durante 15-17 días, produciendo varias mudas hasta alcanzar el tamaño y la forma adecuada para inocularlas en otro perro cuando otra vez ingieren sangre para alimentarse.

Estas nuevas microfilarias, diferentes de las primeras que ingirió el mosquito del animal enfermo, evolucionan en el animal sano, permaneciendo en la piel durante unos 30 días y después, durante unos cinco o seis meses migran por el cuerpo hasta llegar al corazón donde, después de madurar alcanzan el tamaño adulto y comienzan a reproducirse, produciendo otra vez mocrofilarias, que son aspiradas por un nuevo mosquito, completando el ciclo. Para que esta enfermedad se difunda, solamente es necesario algún animal enfermo y mosquito, algo relativamente frecuente en Andalucía.
Los parásitos provocan grandes lesiones en órganos importantes como el corazón, arterias pulmonares, pulmones, hígado y riñones. Estos parásitos producen obstrucciones a nivel de los grandes vasos que salen del corazón e interfieren en el funcionamiento de las válvulas cardiacas, lo que hace que el corazón no sea eficiente y provoca un fallo cardiaco. El corazón se agranda y afecta a otros órganos.

Estas lesiones son las que provocan los síntomas clínicos, que no son inmediatos y que pueden oscilar entre un año y varios años hasta aparecer en el perro, mientras estos perros enfermos son asintomáticos. Estos síntomas pueden ser inapetencia, cansancio, enflaquecimiento, tos, síncopes, hemorragias nasales y , según avanza la enfermedad, puede complicarse con ascitis, además y en casos más severos, la muerte. En la forma aguda se produce un taponamiento de las venas que llegan al corazón llamado “síndrome de las venas cavas” que produce la muerte de forma súbita.

Diagnóstico:
Existen varios métodos para poder diagnosticar la enfermedad. Frecuentemente, tendremos que hacer una combinación de ellos y en casos difíciles, recurrir a expertos. Los principales métodos son:

-Detectar las microfilarias en sangre y después identificar éstas, para saber si son microfilarias de Dirofilaria inmitis y no otras que no producen la Filariosis cardiaca. Puede ocurrir que el perro no presente microfilarias en sangre, es lo que llamamos Filariosis oculta, y no significa que no tenga la enfermedad, sino que puede tener adultos en corazón, pero las microfilarias o se han destruido o no se ha producido. Actualmente más del 35% de los casos positivos no
tienen microfilarias en sangre circulante.

-Para detectar los parásitos adultos o, mejor dicho, el antígeno de estos parásitos adultos, se realizan diferentes test de antígenos que nos demuestran que existen parásitos aunque no existan microfilarias.

-Cuando estos test son negativos o dudosos, debemos recurrir a otros métodos auxiliares como análisis sanguíneos, radiografías torácicas, electrocardiografía, angiografía pulmonar y ecocardiografía. La combinación de estos métodos llevada a cabo por personal experto, determinará si estamos ante un perro con Filariosis o no.

Prevención:
En la actualidad existen diferentes productos que previenen la enfermedad con una eficiencia altísima. Estos productos están basados en derivados de abamectina y son vermectina, melbemicina y selamectina. Cada uno tiene una forma de aplicación y previene además de otros parásitos, tanto internos como externos.

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