martes, 23 de octubre de 2012

Terapia con Gatos


A la hora de hablar de Terapia animal solemos pensar casi únicamente en los perros, pero también los gatos pueden ser utilizados con excelentes resultados.
Las terapias asistidas con gatos son un complemento de la medicación y están basadas en la participación de éstos en terapias con personas que presentan diversos problemas de salud, que pueden ser tanto físicos como mentales.







En primer lugar, el alto grado de independencia que demuestran los gatos los hace adecuados para convivir con personas que no puedan responsabilizarse de una rigurosa serie de cuidados que requiere una mascota como por ejemplo el perro. Con brindarle lo necesario, el gato podrá desenvolverse bien dentro de la casa, proporcionándole una grata compañía al paciente, y desde subidas de ánimo con su amistoso ronroneo, hasta una buena forma de quitarse el estrés con solo acariciarlo.
Además, está comprobado que tener un gato como mascota fomenta a mejorar el estado emocional, la reinserción social, la movilidad muscular de los pacientes, y mejora de forma sorprendente el estado de personas con problemas psicológicos y cardiacos.

Muchas civilizaciones han asociado a los gatos con la curación, por ejemplo, en el antiguo Egipto se creía que los gatos podían curar algunas dolencias. Más adelante, en el siglo XVII, la mayoría de las instituciones mentales en Europa incluían felinos en sus terapias, estos animales ayudaban a los pacientes a tranquilizarse y superar sus crisis. Incluso el mismo Sigmund Freud utlizaba gatos en sus consultas con el fin de lograr que sus pacientes se sintieran más relajados y dejasen fluir sus sentimientos de una forma más natural y espontánea.

Beneficios de la terapia con gatos:

- La terapia asistida con gatos potencia el sentimiento de empatía, suele ser muy útil en personas con problemas mentales.
- Acariciar a un gato, hablarle o leer en su presencia disminuye la presión arterial.
- El contacto físico es muy importante para desarrollar la salud mental y fomentar el crecimiento emocional de la persona, este tipo de terapias suele ser muy eficaz con los niños y las personas con problemas de autoestima.
- Tanto las cárceles como las residencias de ancianos o psiquiátricos no suelen ser lugares agradables y acogedores, la presencia de gatos puede invertir de forma significativa esta situación, de hecho, se ha comprobado que en las cárceles donde han entrado animales con esta finalidad, el nivel de violencia ha disminuído.
- Muchas personas cuando están enfermas o atravesando situaciones dificiles, constantemente enfocan sus pensamientos en sus problemas, su dolor, al estar en contacto con animales es más fácil que varíe el enfoque y puedan dirigir sus pensamientos hacia el gato y el bienestar del animal.
- Las personas con un autoestima muy bajo mejoran mucho en la terapia asistida con gatos, estos felinos no emiten juicios y no prestan atención a nuestros defectos, se muestran tal y como son.
- Los animales mejoran notablemente la comunicación entre el terapeuta y el paciente.

Si bien existen clínicas que preparan gatos expresamente para ser mascotas terapéuticas, la principal cualidad que debe tener un gato para servir a estos fines es ser muy tranquilo y sociable, y sobre todo, muy pero muy cariñoso, ya que esta característica es la principal causa de mejora en los pacientes, estimulándolos a generar nuevos vínculos con la vida e incitando a superar aquellas trabas, ya sean físicas o psíquicas, que mantienen a la persona convaleciente.

La terapia con gatos, además de ser una excelente forma de tratar a los pacientes, es una buena oportunidad para los miles de gatos que muchas veces no poseen un hogar.

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